Cada año, desde hace 34, se lleva a cabo en Trieste, capital de la región de Friuli-Venecia en Italia, el Festival de Cine Latinoamericano y esta es, quizás, la primera vez que la presentación del Festival está condicionada en parte por un escenario latinoamericano totalmente conmocionado.
Las manifestaciones de protesta contra sistemas económicos sin sentido, con políticas totalmente separadas de la realidad que solo crean exclusión, miseria y negación de los derechos humanos elementales y que afectan a numerosos países, casi siempre han encontrado como respuesta una represión sin sentido e incomprensible, con poca voluntad de el diálogo.
En tales coyunturas, los involucrados en la promoción de la cultura y el arte no pueden ser pusilánimes, mirar a otro lado o mantener una actitud equidistante, no: se requiere una posición para estar del lado de la ley, de la justicia, de las aspiraciones de la mayoría. El Festival del Cine Latinoamericano de Trieste ha hecho un esfuerzo para ayudar a superar los estereotipos que caracterizan la perspectiva europea hacia América Latina, que se magnifican cuando parten de un prisma político interesado.
La imagen que llega a Europa del “otro Occidente” es, en algunos casos, incluso sombría.
¿Pero América Latina es solo eso? Obviamente no. Hay otra América Latina, que funciona, que sueña, que crea, que aspira al derecho de ser feliz, y es este otro lado del subcontinente estadounidense que cada año proponemos presentar en Trieste; sin ignorar obviamente las situaciones de crisis. El festival nació con el deseo de narrar América Latina y en ello ha sido consistente a lo largo de estos 34 años.
En este contexto, como parte de la Sección Oficial del 34 Festival del Cinema Latino Americano de Trieste, a la película española “Bernard” de Alex Quiroga, le fue otorgado el Premio Especial del Jurado dado que sensibiliza sobre la necesidad de incluir a todas las personas consideradas “diversas”.
Hernán y Marie Christine son dos hermanos que viven en Pátzcuaro, Michoacán, México. Un día cualquiera, reciben una llamada avisando que su padre, que vive en Francia, está en fase terminal de Alzheimer. Sorprendidos, después de no saber nada de él durante años, luego de que abandonara sin más a la madre de ambos, Hernán y Marie Christine deberán tomar una rápida decisión para ir a verlo o no. La película te hace reflexionar: Todos tarde o temprano llegamos a ser ancianos.
Esta película es una gran historia emotiva inspirada en un hecho real que nos hace reflexionar sobre nuestra propia vida. Dado que el tiempo transcurre para todos por igual, nadie escapa a ser mayor algún día y vivir la madurez no es una tarea fácil si no respetamos los auténticos valores como la solidaridad y la empatía hacia nuestros semejantes. Vivimos en una sociedad de descarte, como lo dice el Papa, donde los niños aún por nacer, los ancianos y los jóvenes “estorban a la sociedad” por esa prisa de ir adelante, buscando un progreso, muchas veces producto de un capitalismo salvaje. Películas como estas sacuden el interior del ser humano.
Vatican News habló con el director de la película, Alex Quiroga, quien hablando sobre su película nos dice que es una visión dura sobre la vida y de una manera muy realista, la compara con el arte desde un grado superlativo que nos obliga a reflexionar por su sencillez, partiendo de que “menos es mas”. Una historia simple que desencadena en algo muy complejo como lo puede ser el arte. “El guión no habla directamente, pero retrata actitudes cotidianas inspiradas en hechos reales. No es una película más sobre sobre la enfermedad de Alzheilmer, es una invitación a amar y respetar a nuestros mayores y a nosotros mismos, dado que no podremos escapar a los años, ni a las consecuencias de esta enfermedad”.
Vatican news le pregunta qué más falta por hacer para sacudir los corazones de las sociedades, y que se considere a los más vulnerables, que se piense que en ellos está el futuro y el pasado de una nación, además a partir de donde y hacia qué sectores de la sociedad debería llegar una concientización, sobre la solidaridad, la empatía, el aceptar y luchar sobre todo por los más vulnerables. Qué papel podría llegar a tener el séptimo arte, Quiroga nos dice:
“Como director propongo a los espectadores hacer un viaje diferente desde un extremo a otro con la eterna pregunta: ¿Qué es el arte? En Bernard lo van a descubrir pero también se podrán mirar desde otra perspectiva “la vida misma”. La ancianidad puede llegar a tornarse una etapa miserable para tus padres y para ti mismo si no tienes la suficiente comprensión y paciencia. La regla elemental es la empatía… Piensa cómo te sentirías en su lugar: sin trabajo, con deficiente salud, sin energía, con mucha menos vida social, adoleciendo de aquello que tenías en etapas tempranas en la sociedad cada vez más nos desentendemos pero os recuerdo que nadie escapa a ello, por lo que deberíamos dedicar más tiempo a nuestros mayores”.
Por último el cineasta español nos dijo que la producción fue una “absoluta sinergia entre productoras independientes con un único objetivo: hacer cine desde el corazón. Que llegue al espectador, como se ha demostrado en el largometraje DIA SEIS que ya ha recorrido diversos festivales obteniendo diversos premios. El guión a cargo de Jan Pablo Arroyo Abraham y la Producción de Arturo Pimentel (guionista de BERNARD) exponen una indudable realidad de nuestro tiempo.
La banda sonora, a cargo de Antenor Bogea, músico de origen Brasileño, le da un toque especial, y emotivo junto con la participacion de Paloma Berganza y Eduardo Santini”.
Quiroga nos dice que para él, el arte está siempre presente en sus vidas y es un reflejo del alma de cada uno de ellos.
Reparto
Bernard cuenta con la participación de Arthur Morel, en el papel de Bernard, María Cristina Barbabosa Meek, como Christine, Hernan Pimentel, como Hernán, Alex Quiroga, como Alex y con el apoyo de Roberto Corona, Adrián Juárez, Sarah Alexander, Juliana Pimentel Echaniz y Luciano Pimentel Barbabosa, entre otros.
Pátzcuaro
Gran parte de esta coproducción independiente entre México, España y Francia fue realizada en Pátzcuaro con talento y equipo técnico 100% local, en lugares como la Plaza “Vasco de Quiroga”, el “estribo chico” y establecimientos como “Casa Pátzcuaro”, “Armonía Holística” y los hoteles “Portón del Cielo” y “Villa Pátzcuaro”, que apoyaron de manera incondicional la realización de la historia, lo que permite mostrar no sólo un relato eminentemente humano, sino la belleza del entorno patzcuarense. También tiene espléndidas locaciones en Madrid, España y París, Francia.
Después de su estreno mundial en Trieste, se espera su participación en diferentes festivales en Europa y América.
En esta versión del Festival de Cine Latinoamericano de Trieste, Bernard comparte la Sección Oficial con la ganadora Asfixia (México), A voz do silencio (Brasil), Ana de día (España), Boca de ouro (Brasil), Boni Bonita (Brasil /Argentina), Inocencia (Cuba), La Revolución y los Artistas (México), Lo que siento por ti (República Dominicana), Los helechos (Perú), Pacarrete (Brasil), Septiembre (Guatemala), Silvia (Argentina), Trastornos del sueño (Chile), Veneza (Brasil) y Vigilia en agosto (Argentina).
Con información de: Redacción / Vatican News / Festival del Cinema Latino Americano di Trieste